Las cosas por su nombre: Proyecto Garfio and Co.
Una página que habla de galgos misteriosamente se ataca con las palabras del presidente de una ONG a la que siempre le dedica sus puyazos; es algo de extrañar, no es así? Y si agregamos la "espontánea" reunión de personas a las que se debería investigar seriamente como Natalia Rama, abogada sin matrícula; Eugee Eutanasia Suarez; Gaby Car y detrás de bambalinas Florencia Sampietro del CRRE y un par más que en este momento se me escapan ya podemos decir que nos encontramos frente a una asociación; qué digo asociación, un entongamiento de encubrimiento, intereses creados, experimentadores con equinos, acumuladores de perisodáctilos, indolentes con animales que se les mueren "de muerte súbita" como las han dado en llamar eufemísticamente ya es demasiado para cualquiera con dos dedos de frente. Son tan sensibles como para no perdonar una frase del presidente de la ONG ACMA dentro de un video claramente editado, pero defienden a un veterinario, Gary Salvo, que insta a un agente del órden a meterle un tiro en la frente a un caballo que ni ha asistido dándonos muestra de un profesionalismo completamente ausente y de una empatía por debajo de cero. Espero que no venga nuevamente la doctora "what´s her name" a correrme con la vaina de acciones legales, ya que la gente ha oído el audio de marras y no se puede ocultar el sol con el dedo indice... En los comentarios altamente sensibilizados (sic) nos topamos con Natalia Rama, que formó o forma parte de la ONG APRE, de la cual han desaparecido 100 caballos al menos entre faenados, robados o muertos en el absolúto abandono. Por qué nadie se pregunta por qué APRE hace tiempo dejó de hablar del "Paraíso" de Guernica? Por qué nadie se pregunta cómo hizo Natalia Rama, el cerebrito de la ong mencionada, para eliminar de la noche a la mañana los albumes en los que constaban los al menos 184 caballos que allí constaban? Una persona, esta Rama, de escasos recursos intelectuales pero gran chicanera y con la sangre fría de un escualo, que incluso se ríe cuando le preguntan por el destino de tantos caballos que, de seguro ya están en la pradera celestial algunos y otros uncidos a algun carro de los que ella dice abominar superlativamente. Eugee Suarez, alias garganta de colon; alias sabés como se mata un caballo? alias YO, LA REINA BATATA, centro indiscutido del orbe universo en su propia opinión; que sabiendo de las muertes de APRE guarda el más infame de los silencios mientras la juega de sensible y exaltada. Esto, para no hablar de las muertes innecesarias del CRRE de Florencia Sampietro, alias la Elfa Malvada; gran amputadora serial, junto a su querido, el veterinario adolescente sin nombre, ya que no te lo nombran ni con órden de juez de la suprema corte. Jovencita esta que experimentaba con un caballo con anemia equina haciéndolo pasar por muerto (Argentino) y juntandolo con otros caballos sanos, cuyos audios incriminatorios han sido ya oidos sobradamente. Y qué decir de Gaby Car, alias Dios me habló; alias la jefa Caballo loco; la gauchita jineta anti gauchos jineteadores; alias la fiscalizadora equina; gran amiga de "Damnatio Memoriae Pouso" del extinto CAE. Una persona que hoy te aplaude y mañana te coce a puñaladas con una sonrisa al mejor estilo de la película Psicósis... Todos personajes de esta Argentina de vivillos; hipócritas, inmorales disfrazados de madres Teresas que se suben al estrado a tartajear sentencias con aires doctorales mientras de coté se guiñan un ojo como diciendo "hoy por tí, mañana por mí". Todos piojos resurrectos en busca de la vereda del sol y del cuarto de hora de fama, con los denarios mal habidos que los eximan del trabajo reservado al resto de los mortales que no han sido favorecidos con la elasticidad moral de estas culebras parlantes. Todos aunados por una envidia lastimera, una ambición sin límites y una fatiga crónica y genética. Una gran mediocracia de liliputienses embanderados de animalistas fatales, que sí son fatales, como se hecha de ver, aunque ellos se esmeran en ocultar sus muertos en amplios y escondidos roperos. Esos son los adalides autoerigidos de los Sin Voz, que como dije una vez a alguien: Los sin voz estarían mejor sin vos, que con vos... Hoy todos estos petimetres se han coligado y esgrimen sus puñales como en los idus de marzo; puñales que eventualmente usarán entre sí ya que las alianzas de escorpiones no duran mucho tiempo. Porque la intención oculta es desembarazarse de una ONG que les ha hecho sombra por demasiado tiempo. Para ello elucubran suposiciones y pasan a presentarlas como realidades para los desprevenidos, que en medio del furor sacro provocado en sus arengas, las repiten con la celeridad y el ansia de un perico borracho. Tal el caso de la dra Mariela Perez, asociada a Gaby Car en RdS, a la que no deja conciliar el sueño la necesidad de donativos para su "Empresa" como nos hace constar en la información de la página de la asociación que dice representar. Estos y otros son los protagonístas de la historia del animalísmo tribal, vernáculo y sudamericano. Una historia en la que ocupan un lugar muy pequeño los caballos u otros animales; no así los egos, las envidias, los encubrimientos, los entongues y las fotos explícitas para sensibilizar.
